Tener la nevera en orden nos ayuda a conservar mejor los alimentos, evitar la contaminación cruzada y saber con qué comida contamos exactamente. Lo que nos va a servir de gran ayuda a la hora de planear nuestros menús.
Para empezar, comprueba que la temperatura es la adecuada: 5ºC para la nevera y -18ºC para el congelador.
Una vez lo tengas, asegura la correcta circulación del frío: no pegues los alimentos a la pared del fondo, ni tengas la nevera demasiado llena. Es lógico, pero a veces se nos olvida dejar la puerta abierta mucho rato, mientras pensamos qué vamos a comer, cuando lo ideal sería abrirla sólo el momento justo para coger lo que necesitemos… otra de las cosas que podremos conseguir al aplicar los consejos de este artículo 😉
Ahora vamos a por los alimentos. Lo primero es clasificarlos por tipos:
- Carnes y pescados.
- Lácteos (yogurs y quesos) y embutidos: Recuerda guardarlos bien envueltos con papel film transparente o de aluminio para conservarlos mejor y evitar que desprendan olores.
- Verdura y fruta: Comprueba, de paso, cuáles conviene que guardes en el frigorífico y cuáles al fresco con este articulo de Mejor con salud
- Bebidas, salsas, mermeladas, mantequilla y huevos: En definitiva, alimentos de larga conservación pero que una vez abiertos necesitan mantenerse a una temperatura fresca.
Una vez todo ordenado, lo distribuiremos en función de la temperatura de cada zona: Sabiendo que la zona más fría es la más cercana al congelador y a la pared posterior, y la menos fría es la puerta y el balde más lejano al congelador.
En orden, de mayor a menor necesidad de frío, tenemos:
- Carnes y pescados.
- Verdura y fruta: pero aquí sí que hay una invariable. El mejor sitio para conservarlas son los cajones que traen siempre los frigoríficos, porque necesitan estar frescas pero no húmedas, y los cajones las aíslan del frío. Eso sí, es mejor no guardarlas con la bolsa de plástico para que transpiren y se conserven mejor.
- Lácteos y embutidos (y tappers): Irían en la parte media del frigorífico.
- Bebidas, mantequilla, salsas, huevos, etc. : en la puerta, la zona menos fría. Aquí también es donde convendría poner el chocolate en verano para que no se derrita.
Es todo, ¿te ha servido este truco? 😉 Puedes mirar aquí cómo limpiar la nevera, para completar la jornada de orden y limpieza. Saludos!
FUENTES:
CRIBEO de La Vanguardia. Y un artículo del siempre interesante blog HOME SAPIENS