El amoníaco es un gran desengrasante que puede ayudarnos a salvar algunas manchas en los suelos de baldosas o «racholas» como le llamamos algunos en Barcelona… 😀
Os habréis fijado que los suelos de piedra o cerámica son fáciles de limpiar. Se agradece que el material resista a la lejía y que con una buena pasada de fregona (en este artículo te indicamos cómo hacerlo) ya puedas eliminar la mayor parte de la suciedad. Aunque la verdad es que, a la larga, la suciedad más profunda queda, y puede acabar generando manchas.
El truco es muy fácil. Si cambias tu friegasuelos habitual por un chorro de Amoníaco de La Antigua Lavandera diluido en agua eliminarás las manchas de las baldosas al momento, gracias a su poderoso efecto desengrasante.
Nota: En el caso de manchas muy difíciles, una disolución de unas gotas de Salfumán de La Antigua Lavandera en agua templada puede servirnos para limpiar esas baldosas por completo. Pero ¡ojo! el salfumán es un producto muy tóxico, siempre que lo manipulemos deberemos leer bien la etiqueta del envase, usar guantes y ventilar bien la habitación durante y después del proceso.
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FUENTE del artículo: Eroski Consumer