Tanto tiempo a nuestro lado y quizás sin conocerla lo más mínimo… La lejía es un producto que vela por la limpieza en nuestras casas desde tiempos ancestrales, ¡y no es por nada! He aquí los cuatro motivos que te van a hacer quererla como aliada a ti también 😉 :
- No contamina. Al tratarse de una simple solución de hipoclorito de sodio, una vez hace efecto se descompone en agua y sal… Ese es el rastro que deja en las alcantarillas, y nada más.
- Es el mayor desinfectante. Por barato, por accesible, y por eficaz. Entre las propiedades de la lejía está la capacidad de eliminar los microbios, virus y hongos. Por eso su uso es recomendable para todas las superficies de la casa.
- Efecto blanqueador. Otra de las propiedades de la lejía es su capacidad para devolverle el color blanco a las superficies que ya lo eran, efecto que se multiplica con los rayos del sol, por cierto. 😉
- Desodorizante. Como elimina las bacterias y hongos, también acaba con el mal olor que sale de ellos. Y aunque su propio olor pueda parecerte fuerte, desaparece al cabo de poco, y queda solo la sensación de limpieza y frescor.